Tras habernos saludado en el ascensor, donde coincido con mi vecino más educado y más amable:
―Tengo que hacer la anotación de hoy en la bitácora. Voy a darle un vistazo al mundo, a ver cómo va, y escribir sobre lo que me parezca más importante ―he dicho yo.
Me ha mirado de una forma extraña, creo que con un poco de odio, y ha replicado: ―Mire a ver si encuentra algo sobre uno que se acaba de enterar, casi por casualidad, de que padece un cáncer de esófago bien hermoso. Y escriba.
No lo he encontrado en ningún sitio y por eso no escribo sobre ello.
La muerte debe de ser algo oscuro. 'Estos días azules y este sol de la infancia' fue el último verso que escribió Antonio Machado cuando ya se moría.
Me ha mirado de una forma extraña, creo que con un poco de odio, y ha replicado: ―Mire a ver si encuentra algo sobre uno que se acaba de enterar, casi por casualidad, de que padece un cáncer de esófago bien hermoso. Y escriba.
No lo he encontrado en ningún sitio y por eso no escribo sobre ello.
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La muerte debe de ser algo oscuro. 'Estos días azules y este sol de la infancia' fue el último verso que escribió Antonio Machado cuando ya se moría.
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