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de intenciones:
>' Y es reciente el súbito y sorpresivo pleno de este último tribunal para impedir que su Sección Primera -la competente en la causa abierta a De Juana Chaos por amenazas terroristas- atenuara la prisión preventiva del recluso trasladándolo a su domicilio.'
¿Para impedir? ¿Atenuara la prisión? Vaya, vaya: haciendo juicio de intenciones con toda desfachatez puesto que en buena Ley solo puede afirmarse que ese pleno de ese tribunal se convocó no para impedir nada en principio, sino para que entendiera de una solicitud o recurso que al pleno le llegaba legítimamente. Lo otro, es enjuiciar. Como, también por otra parte, el afirmar que la Sección Primera -la competente en la causa abierta a De Juana Chaos por amenazas terroristas- atenuara la prisión preventiva del recluso trasladándolo a su domicilio como resolución a ese mismo recurso que no llegó a fallar.
Y, con todo, lo más preocupante es el que se pueda hacer tal cosa sin que llame ni poco ni mucho la atención: porque se da por hecho que ese juzgar intenciones de jueces, magistrados y tribunales, en absoluto puede calificarse de temerario.
>' Y es reciente el súbito y sorpresivo pleno de este último tribunal para impedir que su Sección Primera -la competente en la causa abierta a De Juana Chaos por amenazas terroristas- atenuara la prisión preventiva del recluso trasladándolo a su domicilio.'
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¿Para impedir? ¿Atenuara la prisión? Vaya, vaya: haciendo juicio de intenciones con toda desfachatez puesto que en buena Ley solo puede afirmarse que ese pleno de ese tribunal se convocó no para impedir nada en principio, sino para que entendiera de una solicitud o recurso que al pleno le llegaba legítimamente. Lo otro, es enjuiciar. Como, también por otra parte, el afirmar que la Sección Primera -la competente en la causa abierta a De Juana Chaos por amenazas terroristas- atenuara la prisión preventiva del recluso trasladándolo a su domicilio como resolución a ese mismo recurso que no llegó a fallar.
Y, con todo, lo más preocupante es el que se pueda hacer tal cosa sin que llame ni poco ni mucho la atención: porque se da por hecho que ese juzgar intenciones de jueces, magistrados y tribunales, en absoluto puede calificarse de temerario.
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