En negrita.

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¿Así lo resaltan, su valentía, porque quizá temen que no caigamos en ello, que no la percibamos? ¡Cómo no, joder! Salta a la vista que hace falta valor del bueno y mucho para denunciar la ocupación de Irak por los Estados Unidos y sus aliados [guerra de terror, como ya decía en aquel 2004 jugándose el pellejo pues es sabido que los ocupantes se cargaban periodistas críticos a porrillo] desde su actual residencia en Barcelona. Si hubiese sido denunciar las matanzas que lleva a cabo el terrorismo islamista, tan monótonas por reiteradas, no habría obtenido su premio porque eso lo hace cualquiera.