¡Pues vaya! [P.G.Wodehouse]

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-¡Pues vaya! -dije.
-¡Pues vaya! -dijo Motty.
-Pues vaya! ¡Pues vaya!
-¡Pues vaya! ¡Pues vaya! ¡Pues vaya!

Después de lo cual pareció bastante difícil proseguir la conversación. [De <<Jeeves y el huesped espontáneo>>, en 'Adelante, Jeeves'].

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Eso figura como entradilla en '¡Pues vaya! Lo mejor de Wodehouse' [What Ho! The Best of P.G.Wodehouse], editado por Anagrama y que hoy tengo en mis manos.

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En la introducción, de Stepen Fry, puede leerse lo que sigue: 'El doctor sin Pelham Grenville Wodehouse (pronunciar Vud-jaus) desafía los superlativos. Si su única contribución a la literatura hubiese sido el personaje de lord Ermswort y el castillo de Blanding, tendría asegurado un puesto en la historia. Si no hubiese escrito de nadie más que de Mike y Psmith, aún sería celebrado hoy como el mejor y más brillante de nuestros escritores cómicos. Si el único tema de sus obras hubiesen sido las historias de Jeeves y de Wooster, aún se le aclamaría como el Maestro. Si nos hubiera dado solo a Ukridge, o nada más que los recuerdos de la familia Mulliner, o nos hubiera mantenido exclusivamente a base de sus historias de golfistas, aun así Wodehouse sería considera inmortal. Que nos diera todo eso y más -muchísimo más- es nuestra gran fortuna y el testamento que le debemos al autor más trabajador, prolífico y generoso que jamás se haya sentado a escribir, estrujado la mollera y pergeñado una frase.'

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Sí, señor, así es: suscribo eso de la primera a la última letra y solo puedo añadir que ha sido ese hombre el que con sus libros más ratos placenteros le ha proporcionado a mi vida. Ahora, como recopilatorio, voy a gozar de nuevo, releyéndolos, con los textos que se recogen en ese volumen y con él a mi disposición solo me queda desearle al autor fervientemente que su alma, su espíritu o lo que sea haya encontrado al otro lado y disfrute de la gloria eterna.