sábado, enero 17, 2009

Seguridad.


Me tocan los cojones quienes despotrican de la seguridad -por más que éste lo haga a lo grande- cuando se trata de ella en términos generales, de políticas de nación, digámoslo así, porque se recurra a vallas, por supuesto a fronteras, o como en el caso que se critica con tanto arte, incluso a la máxima violencia.

Y es, sobre todo, porque estoy seguro que ellos en lo personal no solo no abominan de ella sino que la utilizan. O sea, que tienen como todo quisque cerrojos en las puertas de su casa y cabe, según donde vivan, que hasta rejas en las ventanas. Lo que, en buen rollo y en buenismo del bueno, no es civilización: es, considerando que hay tantos que tienen poco o que no tienen nada y así no pueden acceder a lo nuestro, una putada.

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