martes, marzo 13, 2007

De la diferencia.

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Veo esto en la anotación de hoy del blog de AE:

> 'Más tranquilizadora, casi al nivel de la fábula, es la recomendación del propio Olsson: "El desarrollo de relaciones (intensas, aunque fueren breves) con ellos (negros, extraños) puede ser un factor que debilite esta fuerte predisposición a temer a aquellos que parecen diferentes". Conocerle es amarle.'
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[Obvio esas tres palabras últimas -Conocerle es amarle- porque no sé si corresponden al propio AE o a Olsson y aun en el primer caso, que sea de AE, si se refiere a Olsson o al negro, al extraño].

Y yendo a donde quiero ir, paro mientes en el final del párrafo entrecomillado, en eso del temer a aquellos que parecen diferentes para significar que pudiera convenir cambiar el parece por un son para explicar la fuerte predisposición a temerlos antes de que el clarín...etc. El propio sentido de extraño implica diferencia; y en cuanto a un negro, en relación con el blanco, es diferente [sin que en esta apreciación entren para nada valoraciones de tipo racista que implican las de superioridad<>inferioridad que sobran por completo tal como están de más consideraciones machistas cuando se afirma, en el mismo sentido, que la mujer es diferente del hombre].

Por último, imagino que a la inversa, en situaciones en las que el blanco apareciese como extraño para los negros, la predisposición a temerlo antes de que el clarín...etc, sería idéntica.

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