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Ensayo excelente. Y, con todo, yo reduciría la compasión a un no ser sino una de las más simples al tiempo que poderosa de las manifestaciones del egoísmo: en efecto, solo cabe sentir compasión del otro cuando nos ponemos en lugar de ese otro, de ese a quien compadecemos para al hacerlo compadecernos de nosotros mismos en ese otro, enel que toma sentimiento que yo dejo
y en el que me veo como en un espejo.
y en el que me veo como en un espejo.
Tan es así que se tiene fundadamente por enfermos morales a los incapaces de sentir empatía, a quienes les es absolutamente imposible ese ponerse en lugar del otro, a los que, en consecuencia, carecen de compasión ―y, por lo que vengo diciendo, de egoísmo
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